Cuidemos la tierra



Cuidemos la tierra


Recuerda que el entorno natural no es tuyo, sino un bien de todos, también de las generaciones venideras. Respetándolo, te respetas a ti mismo, porque él es parte de ti y tú parte de él.

Si observamos la Tierra desde el espacio, no vemos individuos de un color u otro, ni fronteras, ni banderas, ni otras estupideces creadas por el ser humano. Solo vemos un planeta, una isla en medio del frío espacio. Nuestro hogar, nuestra casa común, el único lugar que conocemos hasta ahora donde la vida ha prosperado y que compartimos con otros seres vivos.

Esta isla no es solo un trozo de roca con atmósfera y vida. Es un ser vivo, como establece la teoría o hipótesis de «Gaia». Los seres humanos y el resto de la vida que la habita somos parte de ella, como una célula microscópica y casi imperceptible, una más de los trillones de trillones de células que componen y dan forma a este gigantesco Ser.

De ti depende el papel que te asignas como célula en el funcionamiento del cuerpo de este Ser. Con tu actitud y comportamiento, puedes optar por ser una célula benigna que le ayuda a vivir, a mantener y mejorar su salud, o bien ser una célula maligna, como un cáncer, que acelera su deterioro y, por lo tanto, su muerte. 

Tú decides.